Seguro que ya has oído hablar del foam roller, esa herramienta que ayuda a aliviar contracturas musculares y a “soltar” los músculos. Bien, pues si quieres aprender más sobre este rodillo sigue leyendo.

¿Qué es foam roller?

El foam roller es un rodillo, normalmente de goma espuma, pvc recubierto, pero que es rígido y permite llevar a cabo la técnica conocida como auto-liberación miofascial para el tratamiento de lesiones musculares y fasciales. El foam Rolling (técnica de auto-liberación miofascial) es una técnica que consiste en automasajes en ciertos grupos musculares, a fin de liberar las estructuras miofasciales. Ver rodillos

¿Cómo se usa el rodillo?

Para hacer un buen uso del foam roller y que sea verdaderamente eficaz, hay que seguir una serie de pasos,  y así evitar errores.

Utilizar el rodillo no es muy complicado, hay que dejar el cuerpo encima del foam roller y rodar, hay que conocer un poco la zona a tratar y por tanto la intensidad con la que vamos a rodar. Para aumentar la presión habrá que poner más peso encima y para reducirla quitar peso; una gran presión no es recomendable, al igual que estar mucho tiempo “rodando”

También hay que tener en cuenta que hay diferentes rodillos, y la zona de la espalda y cuello son muy delicadas, y pueden aparecer contracturas si no se hace un uso adecuado.

Beneficios de usar foam roller

Un buen uso del rodillo tiene numerosos beneficios:

  • Aumenta el rango de movimiento articular y la flexibilidad, por ello también se recomienda usarlo en el calentamiento y antes de empezar a entrenar.
  • Ayuda a reducir el impacto de las agujetas, esta es una de las principales razones por las que se usa el rodillo.
  • Activa la circulación de la sangre, mejorando el flujo sanguíneo.
  • Alivia la tensión muscular.

Mejores rodillos

Foam roller blando o duro

El rodillo tiene diferente dureza según su uso, el foam roller blando está pensado para contracturas más leves y una menor intensidad, pues es menos agresivo. En cambio, el duro, es mejor para contracturas fuertes. Si nunca has usado un foam roller es mejor optar por uno blando, no excesivamente, y ya cambiar a uno duro cuando te acostumbres.